Desde la Juventud Comunista nos solidarizamos con la juventud que en la mañana del día 17 de mayo fue violentamente reprimidos por las fuerzas del sistema policial en la ciudad de Salamanca.
La policía cargó violentamente contra un grupo reducido de jóvenes que ejercían su derecho a manifestarse pacíficamente contra la llegada del presidente Rajoy y la plana mayor del PP a Salamanca, el mismo día en que la tan protestada “Ley LOMCE” era aprobada.
Sin mediar provocación, la policía desató una carga desproporcionada y generalizada contra las personas presentes, dando como resultado siete heridos y cuatro detenidos. A éstos no se les permitió declarar ni recibir asistencia médica durante más de cinco horas, a pesar de que habían recibido heridas de cierta gravedad.
Esto obedece a una campaña generalizada por parte del poder político de represión contra todo aquel que se oponga a la actual campaña de recortes sociales que han terminado con el Estado Social que tanta lucha costó alcanzar.
Estos actos de violencia por parte del sistema no responden sino a la grave situación de crisis que afecta al capitalismo y a su régimen político, que ha auspiciado una auténtica dictadura de los mercados. Ante la contestación popular, al sistema no le queda otra opción que reprimir las libertades más básicas evocando los tiempos en los que el fascismo dominaba nuestro país.
Y dicha represión ha sido especialmente dura con los movimientos estudiantiles, que son los que más duramente se han enfrentado a la dictadura imperante, al ver coartado su futuro por la eterna avaricia de los que más tienen. Por tanto, el ataque contra el estudiantado salmantinos representa una de tantas humillaciones a las que se ven sometidos aquellos que deciden plantar cara a la opresión y defender sus derechos.
Contra los ataques de una policía fascista, la Juventud Comunista se solidariza con la lucha de la juventud y alienta a participar en todos los actos que se propongan de cara a mostrar el rechazo a la represión violenta de la ciudadanía.
Contra el capitalismo y sus gestores, ¡lucha popular!
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