Coincidiendo con el Día Internacional de la Juventud, el pasado 12 de agosto Comisiones Obreras denunciaba que la tasa de desempleo joven de nuestro país (42%) duplica la media de los países de la Unión Europea y que más del 40% del empleo de la juventud es temporal, lo que sin duda alguna reflejaba bien que en dicha efeméride había poco que celebrar.
La crisis en el estado español se está manifestando con mucha dureza para la clase trabajadora, con especial hincapié para una juventud que observa resignada como se oscurecen sus expectativas de futuro conforme las/os gestoras/es políticas/os recortan derechos, servicios y recursos.
Mientras tanto, los partidos políticos del poder actúan como simples marionetas del gran capital y a lo largo de Europa se reproducen los países que siguen al dictado las “recomendaciones” del Fondo Monetario Internacional. La burguesía aprovecha esta coyuntura de “shock” para conseguir aún más ventajas y beneficios, y en la eterna lucha de clases parecen ir ganando terreno mientras se precarizan las relaciones laborales, se desmantela lo público, y se hace pagar la crisis del sistema a las clases populares mientras se premia a sus responsables inyectándoles dinero público.
En los últimos meses el gobierno del PSOE ha aprobado y anunciado una serie de recortes y reformas que sitúan a la clase obrera frente a la mayor amenaza desde la transición. Como respuesta, los principales partidos burgueses de la oposición (Partido Popular, UPyD, etc.) parecen estar de acuerdo en lo sustancial de las políticas impuestas por los organismos financieros de la dictadura del capital, difiriendo tan solo en los derechos sociales que habría que recortar y utilizando cada medida tomada por Zapatero de manera populista y con el fin de obtener un mayor número de votos en las próximas elecciones.
Este panorama ha convertido la política en un juego de intereses particulares en donde no cabe la búsqueda del beneficio común, llevando la crisis económica a una crisis social impregnada de la ideología dominante en la que el individualismo, el postmodernismo, y la falta de una concepción colectiva de pertenencia a una clase son las ideas latentes en la mayoría de nuestras/os vecinas/os y compañeras/os de trabajo.
Por todo ello, “crear conciencia de clase” sigue siendo la principal tarea de las/os comunistas. Sólo entendiendo quiénes somos y qué nos une podremos combatir a quienes lo tienen claro y actúan con unidad férrea en defensa de sus intereses. Debemos ser capaces de explicar y convencer lo que nos jugamos todas y todos, como trabajadoras/es, en esta Huelga General del 29 de Septiembre.
Así pues, este número renovado de la Revista Agitación pretender ser un aporte para esta toma de conciencia obrera, con análisis sectoriales que destapen la crudeza de las medidas del gobierno (especialmente la reforma laboral), pero sin perder la esencia cultural y política de “altavoz” de la UJCE que nos ha traído hasta este octavo número.
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