El pasado 28 de Junio el presidente democrático de Honduras, Manuel Zelaya, fue secuestrado y apartado del poder por un grupo compuesto por militares y oligarcas hondureños. Desde entonces, el gobierno golpista ha desatado una ola represiva contra los seguidores del presiente legitimo provocando varios muertos y miles de heridos.
Desde la Juventud Comunista de Salamanca apoyamos y animamos al pueblo trabajador Hondureño a que no se deje doblar y continúe la resistencia. Desde ese fatídico 28 de Junio la clase trabajadora hondureña ha dado una lección importantísima a todos los luchadores del mundo al salir a plantar cara al ejército sin miedo.
La vuelta de Zelaya es una condición básica para el restablecimiento de las libertades. Los grandes medios de comunicación españoles ya están jugando a diseñar un futuro “democrático” para Honduras sin Zelaya, supuestamente para evitar una guerra civil. Pero ese juego solo se basa en la defensa acérrima de la oligarquía de la que siempre hacen gala. Por eso el restablecimiento de Zelaya es innegociable.
Pero el pueblo hondureño ya no se puede quedar únicamente en pedir la vuelta de Zelaya. Este proceso ha demostrado el carácter fascista de la oligarquía y su lógica asesina para alcanzar el poder. A la vuelta de Zelaya es imprescindible en un proceso revolucionario que haga posible que esto no vuelva a pasar.
Asimismo, este golpe nos muestra la importancia del ALBA y de la colaboración de los distintos países latinoamericanos que han emprendido un camino distinto al neoliberalismo, pues están siendo estos países los más activos junto al pueblo hondureño en la lucha por el restablecimiento de la democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario